Barrika – Amanecer entre rocas y niebla

Barrika: Amanecer entre rocas y niebla 

Cada invierno, la costa de Barrika se transforma en un escenario casi irreal. A finales de enero, cuando el frío aún se aferra al aire y el sol apenas comienza a asomar tímidamente por el horizonte, la playa se envuelve en una atmósfera de calma sobrenatural.

Estas fotografías son parte de una serie que capturé durante uno de esos amaneceres en los que todo se alinea: la marea baja revela las caprichosas formas del flysch, y la niebla marina suaviza el paisaje como si fuera un velo. El tiempo parece detenerse entre las rocas, y solo queda el murmullo del mar deslizándose suavemente entre sus grietas.

Disfruto perdiéndome en estos momentos. Madrugar para llegar antes de que la luz lo invada todo, montar el trípode con las manos heladas, ajustar la exposición para captar esa textura sedosa en el agua… Son pequeñas ceremonias que forman parte del proceso y del placer de fotografiar. 

Arde el cielo

Aprovechando que hoy era Sábado, he vuelto a madrugar para disfrutar del amanecer.

Estos días hay viento sur, y eso suele hacer que el cielo tiña de rojo cuando amanece.

Había una preciosas nubes, que se han ido tiñendo de rojo a medida que el sol salía. Todo un lujo poder disfrutarlo!

 

 

 

Amanecer rojo en Zumaia

Hoy no tenía que ir a trabajar, por ser festivo en Donosti, aún así he me he levantado pronto y he visto que el cielo tenía un tono que empezaba a ser rojizo… rápidamente he cogido los trastos photolaris y me he ido al puerto deportivo. Poco a poco el cielo se ha ido cubriendo de rojo, y durante unos minutos me podido disfrutar de ello, y de paso sacar algunas fotografías.

Amanecer en Zumaia

Esta mañana he querido empezar el mes de Noviembre madrugando para fotografiar un amanecer.

Me he acercado hasta el puerto deportivo, y desde allí he presenciado y fotografiado el amanecer de hoy.

Ha habido unas nubes con texturas bonitas, como a mi me gustan.

Nubes lenticulares al amanecer

El amanecer de hoy me ha sorprendido con unas preciosas nubes lenticulares. No he tenido tiempo de ir a una ubicación mejor para sacar las fotos, porque como todos sabemos el amanecer dura unos minutos, y yo lo he visto desde la ventana mientras desayunaba. Solo he tenido tiempo de coger la cámara y salir unos metros hacia campo abierto, donde he sacado esta foto, con las nubes sobre la casa de mis abuelos.