Un instante mágico en el cementerio de Sad Hill

Un instante mágico en el cementerio de Sad Hill

A veces la fotografía nos regala momentos que parecen salidos de un sueño. En esta ocasión, el escenario fue el antiguo cementerio de Sad Hill, en Burgos, un lugar lleno de historia y de ecos cinematográficos. Mientras realizábamos una sesión homenaje a la mítica película El bueno, el feo y el malo —en la que aparezco caracterizada como una vaquera—, el cielo decidió sorprendernos de una forma absolutamente inesperada: apareció la aurora boreal.

Ver esa cortina de luces danzando sobre el viejo cementerio fue algo difícil de describir. Es un fenómeno tan raro en estas latitudes que, por un momento, todo se detuvo: la cámara en las manos, el sonido del viento entre las lápidas, el frío de la noche… Todo se fundió en una sola emoción. La belleza del momento y el simbolismo del lugar crearon una atmósfera mágica que intenté capturar en esta fotografía.

Esta imagen es más que una simple foto: es el testimonio de un instante irrepetible donde la pasión por el cine, la fotografía y la naturaleza se entrelazaron bajo un cielo que parecía de otro mundo.