Junto al camping de Artaza, se encuentra un pequeño pero precioso bosque, al que el dueño del camping se refirió como ‘el bosque encantado’.

Se trata de un lugar precioso, respetado por el hombre, donde musgos y líquenes crecen por doquier.

He estado allí con mis compañeros de Distira y realmente hemos disfrutado haciendo fotos, mientras parecía que en cualquier momento nos iba a aparecer un Elfo del bosque.

Nos han comentado que lo querían adecuar para visitas, pero yo lo dejaría tal cual está, con su encanto original.