En el día de hoy he vuelto a un lugar donde estuve hace ya varios años: los pilones, en Jerte.
Se trata de un lugar precioso, donde el agua ha ido erosionando el granito del río y ha formado unas preciosas pozas de aguas cristalinas.
Tenía el recuerdo de un camino complicado, pero el paso de los años y el crecimiento del turismo ha hecho que ahora el camino sea mucho más sencillo y accesible, y por tanto también había más gente allí de la que yo hubiera deseado.
Madrugar siempre ayuda al fotógrafo y pude hacer alguna foto antes de que llegara la avalancha de veraneantes…