Este verano he vuelto a un lugar que visité por primera vez hace un año, se trata de una zona del río Tormes de increíbles aguas frías y cristalinas donde campan a sus anchas las truchas.
La verdad es que cuesta un rato meterse en el agua para darse un refrescante baño y no se aguanta mucho tiempo dentro, pero el lugar es tan bello que merece la pena.
Lo malo, es que es un sitio que no sólo me gusta a mi, y se suele llenar bastante de gente que va a pasar el día rodeados de esta increíble naturaleza.
![](https://usercontent.one/wp/www.soraya-lopez.com/wp-content/uploads/2020/02/daffa9_35a1da5e383b410b8ba87a8cdba49be0_mv2_d_4480_6720_s_4_2.jpg)
![](https://usercontent.one/wp/www.soraya-lopez.com/wp-content/uploads/2020/02/daffa9_06cb5ddece3b497cbc163ac9da75002e_mv2_d_6720_4480_s_4_2.jpg)
![](https://usercontent.one/wp/www.soraya-lopez.com/wp-content/uploads/2020/02/daffa9_5a02416afb3e4720a08a219c3263b0c1_mv2_d_6720_4480_s_4_2.jpg)