Una de las ubicaciones a las que pensaba llegar en estas vacaciones era al Castillo de Zafra, un lugar del que había visto muchas fotos, sobre todo nocturnas.
Cuesta un poquito llegar hasta allí, pero sin lugar a dudas merece la pena poder contemplar las estrellas en ese marco incomparable, con la situeta del castillo y sin contaminación lumínica.
Tuvimos la suerte de que no había más fotógrafos allí que nosotros, supongo que el hecho de ir entresemana siempre ayuda.
Además, las nubes que había durante la tarde, se fueron quitando al llegar la noche, quedando todo totalmente despejado.
Pasé allí algunas horas, haciendo fotos desde diferentes angulos, con luz fría, cálida… hasta decidir el que más me gustaba.
Tuve algunos problemillas y las fotos no son todo lo buenas que quisiera, pero bueno, ¡¡¡de todo se aprende!!!