Este verano quería visitar el castillo de Zafra por la noche, y ya de paso investigué lugares por la zona que visitar de día. Casi de casualidad vi que estaba cerca de «el barranco de la hoz», me sorprendieron las fotos que vi en Internet de este lugar, y decidí visitarlo.
El lugar me sorprendió gratamente, un sitio de fácil acceso, que no estaba masificado y en el que disfrute muchísimo con las formas, colores y texturas que había.