Este verano también he podido disfrutar de los bonitos atardeces rojos que he visto cada día, a veces cogía la cámara y otras veces me limitaba a disfrutarlos.
Los pocos días que hemos tenido nubes, han sido más bonitos aún.
Dicen que a las mujeres nos gustan los colores cálidos de los atardeceres y amaneceres y al menos en mi caso es verdad, ¡me encantan!