A pesar de que el día amenazaba tormenta, no ocurre tantas veces que el flysh este tan verde y la marea baja coincida con el atardecer, así que me he arriesgado a hacer unos cuantos kilómetros y acercarme hasta la playa de Barrika, una de mis citas pendientes desde hace años. El resultado no me ha defraudado, estaba impresionante!!!